Residencia Artística “Poéticas do corpo”

Desde el 23/02/2016 al 04/03/2016 participé del Proyecto de Residencia Artística Poéticas do Corpo en las ciudades San Sebastián y Campinas/ San Pablo/ Brasil, con la curaduría de la artista y gestora Cecilia Stelini. Dicho proyecto está enmarcado en el proyecto colectivo Poéticas, Laboratorio Internacional de Performance y en las actividades que lleva adelante el espacio AT|AL|609 – lugar de investigações artísticas.  La residencia consistía en un laboratorio de investigación para generar experiencias de trabajo y de experimentación colectiva, espacios de intercambio simbólico, redes de trabajo mutuo y ámbitos de reflexión sobre el lugar político-social-cultural que como sujetos históricos nos toca transitar. El proyecto contó con el apoyo da Secretaria del Estado de San Pablo, vía PROAC.

Primera parte de la Residencia

Entre el 23 y el 29 de febrero los artistas residentes Gabi Alonso (ARG), Cecilia Stelini (BRA), Fernando Ribeiro (BRA), Rodrigo Munhoz (BRA), Noel Langone (URU), Caio Gusmão Ferrer (BRA), Mariana Picart Motuzas (URU), Nicolas Spinosa (ESP), Lucas Vega (ARG), Renê Mainardi (BRA), Augusto Meneghin (BRA), Cacau Torres (BRA) e Claudio Mangifesta (ARG), José Roberto Sechi (BRA) interactuamos con grupos de pescadores locales de San Sebastián (playas Paúba y Ensenada).  Acompañamos a los pescadores en sus salidas al mar e hicimos entrevistas en relación a sus prácticas y a su situación laboral. También entrevistamos a cooperativistas de la pesca. La cooperativa se ubica en la playa San Francisco y está conformada por los pescadores y sus familias. Cabe destacar que se realizó un trabajo de campo previo, a cargo de Cecilia Stelini (curadora) y Lucas Vega (videasta) para conocer la realidad de la pesca en esa zona, entablando un vínculo con las comunidades de pescadores.  

En la playa de la Ensenada acompañamos a dona Jandira, una señora de 70 años, a pescar. En San Francisco, los barcos eran un poco mayores y estaban en la temporada del camarón, lo que requería estar cierto tiempo en el mar y tener permisos para embarcar. En esa playa registramos la llegada y el descargue de pescado en la cooperativa y entrevistamos a los cooperativistas. En Paúba el grupo de pescadores hacen pesca de cerco, una práctica que trajeron los japoneses a partir de 1916. Los mismos nos hablaron, entre otras cosas, sobre el estilo de pesca, la cuestión ambiental, la disminución de los peces, y sobre como están llegando otras especies a esas costas, venidas de la Costa do Espíritu Santo, como consecuencia del accidente de la presa en Minas Gerais. 


Con Jandira en Playa de la Ensenada, San Sebastián. Feb. de 2016. Foto: Noel Langone

Cooperativa pescadores, San Francisco, San Sebastián. Feb. 2016. Foto: Lucas Vega.

 Pescadores de Paúba, San Sebastián. Febrero de 2016. Fotos: Gabi Alonso



Segunda parte y cierre de la Residencia 

Entre el 1 y el 3 de marzo la residencia continuó en AT|AL|609 – lugar de investigações artísticas.  Los artistas residentes a partir de los insumos recogidos  en las playas de San Sebastián y de compartir las experiencias personales vividas creamos obras de carácter individual y colectivo (performances, instalaciones, fotografía y videos) que fueron expuestas el último día de la residencia. La exposición fue abierta a todo público y permaneció hasta el 26/03/2016.

                                               
                                                   Todavía hay mar



Los núcleos de pescadores del municipio de San Sebastián, Estado de San Pablo, están distribuidos en toda la extensión de su costa. La actividad pesquera en dicho municipio tiene carácter principalmente artesanal. Utilizan embarcaciones de pequeño y mediano porte, con o sin motor y redes de espera de fondo, de cerco o de cerco-fluctuante. 
     Los pescadores de Paúba utilizan principalmente el cerco-fluctuante, un método pasivo de pesca, de pequeña escala, traído al litoral del Estado de San Pablo por inmigrantes japoneses que permanecieron en la región hasta comienzos de la Segunda Guerra Mundial. La pesca con cerco-fluctuante continuó pues algunos pescadores de la zona aprendieron la técnica y se hicieron responsables de construir y mantener los aparejos, convirtiendo así dicho tipo de pesca en característica de la región.
     Valmir pescador de Paúba, que trabaja con cerco-fluctuante, nos contó que “hay épocas buenas en donde se recogen muchos peces y de muy diversas especies y hay momentos en donde hay pocos peces.” A fines de febrero de 2016, momento en el que nos encontramos con él para conversar, en el marco de la Residencia “Poéticas del Cuerpo”, nos dijo: “ahora hay muchos peces, pero son pequeños, y se usan para la comida familiar o para convidar a los amigos. Los que son más grandes se venden. Cuando se recoge mucho se manda para Río de Janeiro. Pero todo eso se está acabando. Son pocos pescadores los que siguen. Muchos dejaron y empezaron a trabajar en la construcción civil o en puestos de venta en la playa. Y muchos hacemos otras actividades para sobrevivir. Lo que da el gobierno es poco y no se sabe cuando puede venir.” 
     La actividad de pesca también se les complica por la contaminación que provocan los barcos (manchas de aceite o petróleo) o por la basura que proviene de las ciudades (como son las bolsas de nylon), que amenazan la vida de los animales que habitan el ecosistema costero, y que ellos tienen que encargarse de solucionar.
    Valmir también nos habló de que en ciertas épocas del año “vienen muchas embarcaciones de otras lugares de Brasil, como Paraná o Santa Catarina, y hacen pesca irregular sin licencia ni documentación. Pescan en lugares donde está prohibido. Vienen con embarcaciones industriales de gran porte. Capturan hasta doce toneladas de peces sin discriminar su tamaño. Arrastran todo y se van. Es una pesca predatoria. No hay fiscalización.” Estas actividades de pesca ilegal generan conflictos entre los pescadores locales tradicionales y los que hacen pesca industrial de arrastre. 
     “Todos quieren tirar su red en el mar, pero hay que preservar. El pez necesita reproducirse y continuar el ciclo. Preservar para poder continuar. Preservar para siempre tener que pescar. Son pocos los que tienen conciencia, que siguen manteniendo ese camino en la pesca”, reflexionó Valmir.
     Las condiciones en las que trabajan el y sus compañeros son precarias. Hay una gran inversión capital humana y económica por parte de los pescadores, cuando pagan la cuota en la Colonia o los permisos de la prefectura, cuando están generando condiciones adecuadas para que continúe la pesca (arreglo de las embarcaciones, renovación del material de pesca, acondicionamiento de los ranchos, compra de combustible, cuidados del medio ambiente, etc.) pero hay una ínfima inversión de capital por parte del gobierno.
     Si vemos la ley complementaria de 2014 de la Prefectura de San Sebastián, aprobada por la Cámara Municipal  la misma prevé la implementación de medidas para la mejora del sector pesquero y por lo tanto de la calidad de vida del pescador artesanal a través, por ejemplo, de la preservación de los recursos naturales y del medio ambiente, del freno de la pesca predatoria, de la preservación de áreas de pesca artesanal, de la dotación de infraestructuras para la reforma de las embarcaciones, de la implantación de una terminal pesquera municipal dotada de cámara fría, de silos de almacenamiento y de bomba de combustible, de la inclusión de programas de crédito, etc. En la lectura de dicha ley encontramos un énfasis en la compatibilización de las actividades productivas con respecto a las medidas, que nos hablan de ciertos intereses particulares.
        Entre los discursos que recogimos de Valmir y de lo que plantea la ley en relación al apoyo de la producción pesquera hay ciertos desencuentros. Esos discursos nos permite construirnos un escenario posible de pugnas y de enfrentamientos que se dan en torno a la pesca. Podemos visualizar las tácticas y estrategias que despliegan por un lado los pescadores (asociarse con otros pescadores para exigir la implementación de leyes y para mantener adecuadas condiciones del medio ambiente, buscar trabajos en otros rubros, etc.) para poder sobrevivir y por otro ciertos actores sociales (como la Prefectura y sus dependencias) que lo que buscan en realidad es incrementar la productividad de otros sectores (petrobras, restaurantes, fábrica de hielos privadas, etc.) descuidando el sector pesquero y el cuidado del medio ambiente. Vemos así que se producen relaciones de poder en donde ciertas prácticas discursivas, que son acciones materiales también, orientan, conducen y deciden sobre otras. Nos preguntamos si es posible cambiar esas relaciones. Pensamos que es posible invertirlas si nos ubicamos desde un marco que concibe las relaciones de poder móviles e inestables y un sujeto libre que es capaz de buscar estrategias para cambiar su situación. 


                   La noción del devenir-animal como estrategia creativa de resistencia


Para un modo de pensamiento racional moderno es imposible creer que un hombre pueda devenir en un pez. Poder concebir el devenir de un hombre en otra cosa nos ubica en otro modo de pensar que es el de la racionalidad compartida, intersubjetiva y dialógica, que nos posibilita reflexionar y buscar maneras de resistencia a los efectos discursivos institucionales que son los que eligen que cuerpos son los que importan.
     En su libro Mil mesetas (1980), Gilles Deleuze y Félix Guattari dicen: “creemos en la existencia de devenires-animales muy especiales que atraviesan y arrastran al hombre, y que afectan tanto al animal como al hombre”. Se pueden preguntar que es lo que les interesó de lo animal a dichos autores y que sentido tiene traer esa noción del devenir animal como estrategia creativa de inversión de las relaciones de poder. 
     Deleuze comenta en el Abecedario de Giles Deleuze[1] que no le interesa las relaciones que humanizan a los animales sino las relaciones activas que podemos tener los hombres como animales con los animales, pues los animales tienen mundos. Pueden vivir la vida de todo el mundo, de cualquier cosa. Pueden seleccionar que mundos y que cosas de ese mundo vivir. Nos estaría planteando el vivir una relación animal con el animal. Y eso no quiere decir que nos convirtamos realmente en un animal. 
     El devenir se ancla en la pluralidad y no en la semejanza, ni en la correspondencia ni en la imitación. El devenir es una relación por afinidad, por contagio, y la potencia de esa relación transforma tanto al hombre como al animal. Se deviene en bloque y eso tiene que ver con la alianza. La avispa y la orquídea hacen alianza, pues viven otros mundos a partir del otro, pero lo interesante es que desde la concepción de devenir esa alianza no está vinculada con la evolución filial-hereditaria, de descendencia, sino con una involución, comunicativa o contagiosa, que es creadora. 
     En un devenir animal se está frente a una manada, ante una multiplicidad. Un devenir animal no se contenta con la semejanza pues esta obstaculiza la pululación de la manada, que es la que hace explotar potencias rígidas como la familia, la profesión, el género, la raza, la religión, las leyes, los fascismos, etc. A la sociedad y al Estado les interesa clasificar y caracterizar. A nosotros nos interesa la expansión múltiple y creativa, la invención de múltiples y diferentes mundos.  
     Fascinación del hombre-pez por los peces: ¿Que sería un pez solo? El pez es un cardumen. No se vive como un pez, sino como un banco de peces. Todo animal es en primer lugar una manada. Y nosotros devenimos animal en una fascinación por la manada, por la multiplicación. La efectuación de una potencia de manada hace vacilar los discursos en los que se encarama el poder, haciendo resistencia a la institucionalidad, que en su clasificación lo que hace es abyectar los cuerpos que no sirven para sostener y reproducir la máquina capitalística.  
     Lo que da sentido a la noción del devenir animal es la posibilidad de cambio de nuestros modos de pensar. Pasamos de un modo sedentario y rígido de pensar a uno nómade y dinámico. Desde este otro modo de pensamiento se trabaja en la tensión y en lo paradójico no buscando encontrar soluciones prácticas a nuestros problemas sino estrategias de resistencia crítica para dejar de ser gobernados de la manera y con los propósitos con que estamos siendo gobernados. 

Catálogo Poéticas do Corpo

https://issuu.com/cacautorres/docs/catalogo_poeticas

[1] El Abecedario de Gilles Deleuze es un programa de televisión francesa, producido por Pierre-André Boutang entre 1988-1989 y que fue emitido en 1996, y que consiste en la realización de tres entrevistas que Claire Parnet le hizo al filósofo.

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